Esa es otra pregunta que nos suelen hacer los pacientes en el gabinete odontológico. La gente cree que la amalgama de plata más comúnmente denominados “Empaste de plata” son perjudiciales para la salud porque llevan mercurio y éste es un metal pesado que nos puede perjudicar al absorberse por el organismo.
Dichos empastes no son solo un metal aislado es más, son una aleación de diferentes metales que contiene plata, estaño, cobre y eventualmente zinc mezclada con mercurio, todos ellos forman una “amalgama” de metales cuyas propiedades son diferentes de las que poseen los mismos por separado.
El mercurio, este es el componente que guarda más controversia porque es un metal cuya absorción produce sintomatología en el organismo entre ellas: debilitamiento, fatiga, anorexia, pérdida de peso, insomnio, irritabilidad, vértigo y temblores en las extremidades.
Lo importante es saber cuál es el mercurio que nos perjudica. El mercurio contenido en las amalgamas dentales es mercurio elemental, este se libera en parte como tal y en parte como mercurio inorgánico (debido a la corrosión). El primero se absorbe por vía digestiva en una proporción inferior al 0.01% y el segundo en no más de un 10%. Estos deben ser claramente diferenciados del METIL-MERCURIO, que está contenido en los peces del mar. Cuando el METIL-MERCURIO es ingerido por la población mediante el consumo de los productos marinos se absorbe en más del 90% en el intestino. Por lo tanto y a título de ejemplo, se puede afirmar que la contribución promedio de una comida de productos de mar, en una semana, proporciona niveles de mercurio en sangre mayores que el promedio de mercurio ingerido proveniente de 8 a 10 restauraciones dentales de amalgama en el mismo periodo de tiempo.
Para que nos hagamos una idea en qué proporción nos perjudica la amalgama dentaria y la proveniente de los alimentos tenemos estas cifras, Algunos autores estiman que la pérdida del mercurio elemental más el inorgánico puede ser cuantificada en unos 25 microgramos/día por amalgama, de esta cantidad se absorbe por vía digestiva tan solo entre 0.18 a 1.4 microgramos/día. La OMS establece los valores límites de 300 a 500 microgramos/día, por lo tanto estas tasas de mercurio se consideran que no producen efectos colaterales.
Las otras dos vías de absorción de mercurio elemental son: la inhalación de vapores de mercurio “por su elevada presión de vapor”, de los cuales se absorben entre un 65% y un 85% y la absorción sistémica por contacto con la piel; ambas deben ser tenidas en cuenta, aunque el riesgo potencial es mayor para el profesional que manipula este material a diario que para el paciente portador de restauraciones de amalgama.
Por último y para que nos quede claro que no son datos puestos de manera intencionada. Hay organismos al cuidado de la Salud Pública en Estados Unidos: El Servicio Público de Salud (USPHS) y el Organismo de Control de Alimentos y Medicamentos (FDA) que en 1993 declararon que no hay razón PARA NO utilizar la amalgama, a excepción de casos extremadamente raros de pacientes alérgicos a algún componente de la amalgama. De hecho es desaconsejable sustituir las amalgamas innecesariamente, pues ello puede incluso causar daños estructurales en dientes sanos a los que se les va a sustituir el empaste.
Espero que esta información os haya podido dar algo de luz sobre la polémica que a veces acontece en cuanto al uso de determinadas sustancias que por el mero hecho de serlo las etiquetamos de perjudiciales y luego no lo son tanto como nos “cuentan”.
En una próxima ocasión hablaremos de los empastes “blancos” que han suplantado a los de amalgama y que tampoco están exentos de polémica en cuanto a su posible influencia sobre el organismo al eliminar sustancias en la boca que pueden influir en el organismo.
[…] blancos” son como nombramos a los actuales empastes que se colocan en sustitución de los antiguos de plata o de metal. Tenemos seguramente el concepto que los empastes blancos son mejores porque el color es más […]